Una de las tradiciones cubanas de antecedentes hispánicos es la tradición de la Cruz de Mayo que tiene su origen en la festividad cristiana de la celebración de de la Exaltación de la Cruz. La misma no tiene una fecha fija y ocurre entre el 3 hasta el 20 de mayo, sobre todo en las diferentes zonas rurales de cada uno de las regiones del país. Al ser una práctica extendida en todo el territorio nacional, hay que destacar que tiene diferentes peculiaridades en cada zona y lugar donde ocurre dicha celebración. Los antecedentes estuvieron en la celebración precristiana conocida como De los de Mayo, relacionada con la adoración de la divinidad de la primavera y los árboles. Cuando la influencia de la Iglesia Católica se hizo mayor la misma cambio su sentido y es que nace esta celebración. Con el inicio de la colonización esta festividad llegó a muchos de los territorios americanos de los cuales Cuba, no escapa.
Las diferentes investigaciones relacionadas con la Cruz de Mayo demuestra que esta celebración llegó a Cuba en el siglo XVII y tienen algunas semejanzas con las fiestas Andaluzas. De esta forma la celebración crece en todo el territorio nacional con las variantes específicas que le aportan cada una de las comunidades y regiones del país. El Velorio de la Cruz, como también se le conoce es un ritual de carácter colectivo establecido en un tiempo y espacio sagrado. La cruz constituye el centro de la festividad, siendo para los hombres y mujeres de estas localidades lo esencial de su celebración. Los devotos de esta manifestación mágica religiosa siente la necesidad de sumergirse periódicamente en este tiempo sagrado e indestructible lo que representa una forma de expresión cultural del patrimonio inmaterial de la nación cubana.
La celebración más interesante del Occidente del país ocurre en la localidad de Santa Cruz del Norte que según las investigaciones esta relacionada con la fundación de este territorio de la provincia de Mayabeque. Según la tradición oral sus orígenes se remonta a la emigración Canarias, cuyos hombres y mujeres provenientes de este territorio español adoraban una cruz confeccionada de madera, la cual era adornada con flores hechas de escamas de peces. Esto resaltando las diferentes formas creativas que las marcaban las diferencias de las hoy “Fiesta del Mar». Luego de las procesión de la Iglesia Católica, las personas se pasean en botes decorados por toda la ensenada. Otro lugar de esta provincia donde también se realiza esta festividad es en el poblado La Charca del municipio de San José de las Lajas. La peculiaridad de este culto es que se realiza dentro de una cueva nombrada del Muerto. En el suelo se hace una cruz que se decora con velas y flores y las personas veneran con varios ritos indígenas, canarios y africanos.
En el centro de país la Cruz de Mayo, se celebra en el municipio espirituano de Taguasco, específicamente en la localidad de Zaza del Medio, donde ha tenido una fuerte presencia de la emigración Canaria. Las tonadas campesinas y las plegarias espirituales son los elementos distintivos de esta festividad de la localidad de Zaza del Medio. En el Oriente existe varias representaciones de la esta tradición. En el municipio de guantanamero de San Antonio del Sur ha sido el más investigado. El historiador Darwin Díaz Rodríguez, publicó un libro con el nombre de “Altares de Cruz: tradición, fe y religión”, publicado por la Editorial El Mar y la Montaña, de esa oriental provincia. Su autor con una acusación descripción etnográfica muestra las particularidades de la festividad, la cual se realiza en la casas de varias personas donde los devotos van adorar a la Cruz en los altares hogareños confeccionados para dicha tradición. Otro elemento presente que demuestra una singularidad en el territorio de San Antonio de Sur es la presencia de la Virgen de la Caridad del Cobre en estos altares.
Todo esto constituyen una muestra del proceso que Don Fernando Ortiz, llamó transculturación, donde los tres importantes grupos que conformaron la nacionalidad cubana están presentes en las celebraciones de la Cruz de Mayo. La gran diversidad y peculiaridades que presentan la misma a lo largo del archipiélago, nos permite reconocerla como una muestra de la resistencia de la cultura popular tradicional cubana. Además de ser un elemento identitario de las zonas rurales de Cuba, donde esta la Fiesta de llama Cruz de Mayo, tienen el mayor arraigo en los hombres y mujeres que mantienen dicha tradición.