Desde la década del treinta del siglo pasado la sociedad colonial africana empieza a conocer el cine como nueva forma de expresión artística. Esas primeras filmaciones rodadas en África por hombres blancos que mostraban el matiz colonialista de la misma. Dentro de estas obras se destaca Sander of the river(1931), la misma esta repleto de un violento espíritu colonialista que afirmaba el espíritu del «hombre blanco superior». En 1950 en Accra, Ghana aparece la primera escuela cinematográfica la que impactaría en la educación visual del hombre y la mujer africana. Pero no fue hasta después de la liberación de África, que nacería el verdadero espíritu del cine con filmes como Aoure(1962) ; La Bague du roi Koda, y Ababakar Samb(1965) del director Mustapha Alasan. Pero es en La mandat del senegalés Ousmane Sembene donde se muestra la realidad africana. Esta película es una feroz sátira de la burocracia en la nuevas administraciones africanas. Se trata de la primera obra cinematográfica, con los diálogos en lengua africana, el tokoré del Senegal. Esta película de gran importancia para el universo cinematográfico africano por ser la primera hablada en una lengua africana, el tokoré, idioma usado por buena parte de la población senegalesa. Hay que reconocer que el principal problema del cine africano se encuentra en el sustrato socioeconómico. El desarrollo del cine está condicionado por una real participación de la masa en una auténtica emancipación económica.