Hoy asistí a la última presentación del Ballet Nacional de Cuba en el Complejo Cultural Heredia de Santiago de Cuba fue este 5 de marzo como parte de su gira por el Oriente de Cuba. Esta función cargada del ímpetu de jóvenes promesas supo colocar bien alto el arte de bailar en puntas. Fue muy acertada Chavela Rivera, en el papel Swinilda lo que demuestra que existe una continuidad en cuanto la técnica y la excelencia de las jóvenes promesas del ballet clásico cubano.
Tampoco fue menos el papel de Dani Hernández quien estuvo a tono con el personaje de Franz, quien brilló en escena por la convergencia de la excelencia técnica y la calidad interpretativa. El momento entre Yasiel Pujada y Amanda Pérez en los personajes de Dr. Coppélius y Coppélia respectivamente fue el momento mayor nivel interpretativo que el público agradeció con sus risas y aplausos. Destacó que Yasiel Pujada, es un gran bailarín de carácter y que tiene un gran futuro en la interpretación de este personaje. Amén de que no hubo un programa esta noche y que una de las bailarinas tuvo en desliz técnico; la función fue maravilloso y el público santiaguero lo agradeció.
Además hay que destacar con mayúsculas el diseño escenográfico y de vestuario de Ignacio Argüelles, el cual es muy bello y en completa coherencia con este ballet que tiene más de cinco décadas en el repertorio del Ballet Nacional de Cuba. Espero tener la oportunidad de ver en el futuro otras puestas en escena y disfrutar como lo hice esta noche.





